Cuando le pidieron que revelara sus secretos de belleza, la actriz Audrey Hepburn escribió este poema que fue leído en su funeral y que se volvió viral en todo el mundo. Habla de la belleza de la mujer y del paso de los años. Aquí lo traducimos al español para poder disfrutar de esta reflexión profunda sobre la verdadera belleza.
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Para tener labios atractivos, pronuncia palabras de bondad.
Para tener hermosos ojos, mira lo que la gente tiene de hermoso en ellos.
Para mantenerse delgada, comparte tus comidas con los que tienen hambre.
Para tener un buen cabello, deja que un niño pase su mano todos los días.
Para tener un buen mantenimiento, camina sabiendo que nunca estás sola, porque los que te aman y te han amado te acompañan.
Las personas, más que los objetos, necesitan ser reparadas, mimadas, alegradas y salvadas: nunca rechacen a nadie.
Piensa en ello: si algún día necesitas una mano de apoyo, encontrarás una al final de cada uno de tus brazos.
Al envejecer, te darás cuenta de que tienes dos manos, una para ayudarte a ti mismo, la otra para ayudar a los que lo necesitan.
La belleza de una mujer no está en la ropa que lleva, su cara o su manera de arreglar su cabello. La belleza de una mujer se ve en sus ojos, porque es la puerta abierta en su corazón, la fuente de su amor.
La belleza de una mujer no está en su maquillaje, sino en la verdadera belleza de su alma. Esta es la ternura que da, el amor, la pasión que expresa.
La belleza de una mujer se desarrolla con los años
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El poema sobre la belleza de la actriz Audrey Hepburn
Para tener labios atractivos, pronuncia palabras de bondad.
Para tener hermosos ojos, mira lo que la gente tiene de hermoso en ellos.
Para mantenerse delgada, comparte tus comidas con los que tienen hambre.
Para tener un buen cabello, deja que un niño pase su mano todos los días.
Para tener un buen mantenimiento, camina sabiendo que nunca estás sola, porque los que te aman y te han amado te acompañan.
Las personas, más que los objetos, necesitan ser reparadas, mimadas, alegradas y salvadas: nunca rechacen a nadie.
Piensa en ello: si algún día necesitas una mano de apoyo, encontrarás una al final de cada uno de tus brazos.
Al envejecer, te darás cuenta de que tienes dos manos, una para ayudarte a ti mismo, la otra para ayudar a los que lo necesitan.
La belleza de una mujer no está en la ropa que lleva, su cara o su manera de arreglar su cabello. La belleza de una mujer se ve en sus ojos, porque es la puerta abierta en su corazón, la fuente de su amor.
La belleza de una mujer no está en su maquillaje, sino en la verdadera belleza de su alma. Esta es la ternura que da, el amor, la pasión que expresa.
La belleza de una mujer se desarrolla con los años